¡Hola de nuevo, chic@s!
Hoy os traigo un post algo diferente, pero no por ello menos útil: se trata del ansiado bronceado del verano.
Lo que pasa es que a veces nos centramos tantísimo en lograr un color tostado de piel, que se nos olvida algo realmente importante: la protección solar.
Por eso quería hablaros de algo que a mí me funciona muy bien a la hora de tomar el sol. Yo no soy por naturaleza una persona morena, de hecho, soy más bien blanquita la mayor parte del año, 😶 por eso yo suelo utilizar siempre una protección solar de las más altas, de 50, y sí, chic@s, las hay aún más altas...
Yo suelo aplicarla principalmente en la zona de los hombros, que suele ser la parte más afectada; además, si podéis combinarla con una buena hidratante, o, al igual que hago yo, utilizar una crema que haga las veces de protección y de hidratante, ya que al igual que nuestras gargantas, nuestra piel también necesita ser calmada frente al sol.
En mi caso, utilizo la protección solar de Hawaiian Tropic, en concreto, la Silk Hydration, que además de oler genial, protege frente a los rayos UVA y UVB.
Y, sí, os estaréis diciendo que con una protección tan alta es prácticamente imposible ponerse morena.
En todo caso, con unas protecciones altas, el bronceado tarda más en conseguirse, ¡pero no es imposible!
Por eso, yo opto por un bronceador de la misma marca, esta vez no en crema, sino algo más parecido al aceite.
También con un olor increíble a coco, y un brillo notable que deja en la piel.
Yo utilizo el número 4, que es el más intenso, (el vuestro puede variar en función del grado de protección de vuestra crema.)
Todo esto, combinado, ayuda a alcanzar el tono de bronceado que quieres, pero siempre protegiendo la piel.
Espero haberos servido de ayuda 😊🌺
Un beso enorme!
Bebel 💋
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